Con nuestro proyecto EcoHábitos, hemos demostrado que incluso las pautas de comportamiento más arraigadas pueden cambiarse de forma sostenible: mediante la persuasión, a través de una campaña que llame la atención y a través de cada empleado.
EcoHábitos se traduce algo más libremente como "comportamiento respetuoso con el medio ambiente". Ante todo, esto incluye un uso considerado e inteligente de nuestros recursos. Creemos que todo el mundo debería mostrar un poco más de responsabilidad en este ámbito. Al fin y al cabo, la evitación de residuos y la conservación de recursos empiezan a pequeña escala: en nuestra empresa, con una botella de agua de plástico.
El problema: 800 botellas de plástico al mes, incluso medio llenas.
Nuestros empleados siempre tienen a su disposición agua potable fresca y refrigerada, y así es como debe seguir siendo. Hasta ahora, sin embargo, las botellas de PET de 550 ml disponibles en el mercado se sacaban del frigorífico sin dudarlo y a menudo se bebían sólo hasta la mitad. La generación de residuos era el principal problema. Esto se traducía en un consumo mensual de al menos 800 botellas y un coste equivalente a 750 euros (R$ 4000,00). Además, había una gran cantidad de residuos plásticos, porque en Brasil no existe un sistema de depósito. Ya es hora de actuar y de hacerlo con sensatez. Al fin y al cabo, no es tan fácil cambiar pautas de comportamiento arraigadas de un día para otro. Por eso nuestra tarea era educar a todos y cada uno de nuestros empleados en el uso responsable del agua y el PET. Para ello hemos realizado una gran labor educativa. Señalamos los residuos, los residuos plásticos resultantes y los costes para la empresa. Hicimos un llamamiento a la comprensión, y lo conseguimos.
Nuestra campaña: De los dispensadores de agua a las camisetas
El "Día del Cambio" se celebró con una pequeña ceremonia en septiembre de 2019. Para ello nos reunimos todos y cada empleado recibió su propia botella de agua con su nombre. Colocamos dispensadores de 20 litros con agua potable natural y refrigerada en varios puntos para poder rellenar las botellas en cualquier momento. La botella de PET había llegado a su fin, y todo el mundo debía verlo. Por ejemplo, en nuestro canal de televisión interno o en nuestro grupo de Whatsapp. Durante cierto tiempo, EcoHábitos, el lema de nuestra campaña, se instaló como fondo de pantalla en los ordenadores, y los viernes llevábamos con orgullo nuestra camiseta de campaña. Toda una serie de acciones que reforzaron nuestro sentimiento de unión y que continúan hasta el día de hoy. Entre otras cosas, porque nuestro departamento de marketing hizo un gran trabajo y comunicó periódicamente los resultados de nuestro nuevo "balance hídrico".
Nuestro historial es impresionante: los residuos se han reducido un 60% y los costes un 40%. Estamos orgullosos de ello, pero no nos dormiremos en los laureles. El siguiente punto ya está en el orden del día: el consumo de papel.
Superar la zona de confort
En el transcurso de nuestra campaña interna, interiorizamos una idea: para cambiar los hábitos a largo plazo, hay que superar las zonas de confort. Esto sólo puede funcionar si se hace un gran esfuerzo de persuasión, por el bien del medio ambiente y de la comunidad.
Saludos, Fábia